NUCLEOS DE FERRITA QUE TERMINAN POR DESIMANTARSE

Esta mañana me senté en el metro, y mientras leía un artículo sobre mixtapes, me di cuenta de todas las cosas que pasan por nuestra vida y no somos conscientes de que están pasando. Y al igual que esas mixtapes (de las que hablaba el articulo) que grababamos con ilusión, como esa TDK de 90, cargada con los temazos del momento (en ocasiones con piezas extraídas de la radio), y que, escuchabas una y otra vez, la volvías a poner, le dabas la vuelta a la cara...y así hasta que se estirajaba la bobina y no te quedaba otra que guardar esa cinta en la estantería y comprar otra TDK, y cargarla con los temazos del momento, (esta vez diferentes a los anteriores) y volver a escucharla con la misma ilusión...y mientras pensaba en todo esto, me di cuenta de la fugacidad de todo en la vida, que, al igual que las cintas se terminaban por estirajar, y por sonar mal, muchas veces, intentamos estirar cosas que, por un tiempo, tuvieron su momento, pero ahora ya, simplemente son mixtapes que ya se pasaron de moda. Otras veces, queremos recuperarlas como sea, pero sabemos que ya están estirajadas... Por suerte no todo son cintas de cassette, y a veces, aunque la cinta se estiraje, terminas por adquirir los discos originales, y esos si que duran mucho mas,y por mucho que los escuches, no se estropean, y al igual que hay personas que son cintas, por suerte aun quedan discos con los que mantener esas canciones que no queremos perder.

P.D.: En Madrid hace demasiado calor

DE MADRES FEAS E HIJOS DESAGRADECIDOS

Siempre he dicho que Gijón es como una madre fea, que a pesar de su fealdad, sigue siendo una madre, y por ello, la ves más bonita que cualquier otra ciudad del mundo.

Las ciudades, como las personas, tienen un encanto especial, a veces conseguido a través de un carácter, un cariño, o situaciones en las que te envuelve y que te terminan enamorando. Y, como seres vivos que son, tienen una existencia dinámica, una madurez, y unas vivencias que, a base de la experiencia de los años, las van endureciendo, les van haciendo aprender, y con ello, van ganando un “algo” natural que les hace ser realmente especiales.

Gijón ha sido una madre maltratada por los años, por las situaciones dadas por sus vecinos, sus padres y sus hijos, y a pesar de ello, nunca ha sentido el rencor, siempre ha tenido un carácter fuerte y bondadoso, y en los últimos tiempos, consciente de su edad y viendo como pasaban los años en el mundo en el que vive, ha intentado estar a la altura de las circunstancias. Se ha arreglado, maquillado, incluso sometido a operaciones estéticas que muchas veces iban en contra de sus principios, pero siempre lo ha hecho con la intención de mimar a sus hijos, para poder ser por fin, una madre de la que todos estuvieran orgullosos. Ese fue el problema; Parte de su prole le ha obligado a operarse hasta límites inimaginables, haciendo que posiblemente se pusiese mas guapa, pero tirando su personalidad a la basura para que otros, que hasta el momento la desconocían, pudiesen disfrutarla. Y a la vez, haciéndole olvidar toda la cultura que siempre albergó bajo sus faldas, y riéndose de ella en su propia cara, y si lo permitimos, dentro de unos años será un chiste de lo que fue, una madre que olvidó quienes eran sus hijos, a los cuales les costará cada día más reconocerla cuando la vean otra vez en vacaciones.

GOLPE DE EFECTO

Es de agradecer que en los años 80 se crease a golpe de talonario publico la famosa movida madrileña, un conjunto de grupos y artistas que, en teoría dejaron atrás la forma de cultura tradicional y consiguieron cambiar el concepto de arte subversivo que se había dado durante la dictadura franquista. Apoyados por las continuas subvenciones del PSOE, el marco cultural que la heroína provocaba y un nihilismo descafeinado basado en fiestas interminables, presentó un cambio social hoy vanagloriado por los nostálgicos, gran parte de los indies, y los que, gracias a ella terminaron en buenos puestos de poder empresarial. (SGAE, Dro…)

Bajo mi punto de vista fue una maniobra maestra, puesto que gracias a ella consiguieron crear una perfecta cortina de humo para metérnosla doblada con la transición y hacernos olvidar los problemas reales que afectaban a la economía social… Mientras en diferentes poblaciones de España los tanques paseaban por las calles (la batalla de Euskalduna, los tanques de la guardia civil entrando en Reinosa, las huelgas de los astilleros gijoneses, los últimos coletazos de la llamada huelgona…) en el centro de Madrid se vivía un circo del que todos los artis que se preciasen formaban parte. Creo, desde mi humilde opinión, que la permisividad gubernamental hacia la movida fue similar a la que tienen los padres cuando ven a su hijo hacer una fechoría menor y no le regañan, puesto que todos tenemos que tener nuestra parte de “protesta tolerada”, ahora si, cuando el hijo saca las patas de atrás y por fin se rebela, los padres actúan con una dureza inusitada. Eso fueron los felices 80.

(Ante todo no quiero juzgar la calidad artística ni poner en entredicho la buena fe de muchos de los que participaron en esto, simplemente me gustaría dar mi humilde opinión acerca de algo que, bajo mi punto de vista fue uno de los más efectivos golpes de efecto que se han dado a la “contracultura” en los últimos 30 años.)